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Cómo escribir sin que se note que hemos utilizado la I.A. Guía para que tu texto suene a ti
Cartas, demandas, escritos, recomendaciones etc.
Usar inteligencia artificial para escribir ya es tan normal como usar corrector ortográfico o calculadora. El problema no es la herramienta, es el estigma, mucha gente oye “IA” y piensa en textos fríos, genéricos o sin alma. Pero la realidad es otra, en la mayoría de los casos, la persona decide qué decir y la IA solo ayuda a ejecutarlo.
Entonces, ¿qué hacer para que tu texto final no suene a IA , sino a ti?
La respuesta es simple: no se trata de ocultar, sino de humanizar:
Aquí tienes las claves.
1. Manda tú, no la herramienta
El error típico es pedirle a la IA “escríbeme X” y pegarlo tal cual. Eso produce textos con patrones repetitivos, en cambio usa la IA como un copiloto en la que tu
defines la idea, el tono y el objetivo. La IA propone un borrador y tú lo conviertes en tu versión porque si tu no metes criterio propio, se nota
2. Añade detalles humanos: ejemplos, contexto y pequeñas imperfecciones reales
Los textos que suenan a IA suelen ser demasiado “perfectos” y abstractos, para romper este efecto hay que añadir ejemplos concretos que te hayan pasado o que conozcas; esto evita cualquier sospecha o una frase coloquial tuya, una observación personal breve, un matiz emocional por ejemplo “esto es frustrante porque… lo más sorprendente es…”. La IA habla en general; los humanos hablamos con situación.
3. Rompe la simetría y la estructura de manual
La IA tiende a escribir con patrones demasiado ordenados: “Primero… Segundo… Tercero…” siempre igual. Tú puedes: mezclar frases largas y cortas, meter una pregunta retórica, cambiar el ritmo y cortar párrafos donde tú cortarías en esencia la naturalidad no es desorden es simplemente ritmo humano.
4. Reescribe el arranque y el cierre con tu voz
Aunque dejes el cuerpo más “asistido”, cambia tú, las primeras 5–10 líneas, y el último párrafo, eso “marca” el texto como tuyo, porque el lector siente que hay una persona detrás desde el minuto 1 y al final.
5. Elimina frases infladas o “neutras de IA”
Hay expresiones muy típicas de borrador automático:
“En este contexto actual…”
“Cabe destacar que…”
Es importante señalar…”
“En definitiva…” repetido cada dos párrafos
“No cabe duda de que…”
Cámbialas por tu forma de hablar habitual, de forma que si una frase te suena a folleto bórralas un truco sencillo pero útil
6. Usa tus propias palabras clave
Nosotros tenemos muletillas buenas, solemos decir frases como estas:
“Vamos al grano.” “la realidad es que …” “en la práctica está demostrado …”
Mete algunas de estas frases a lo largo del texto, no porque sea un truco, sino porque es tu forma de escribir.
7.Verifica datos y ajusta afirmaciones
A veces lo que “delata” a un texto asistido no es el estilo, sino un dato raro, una generalización demasiado segura o algo que no encaja con tu conocimiento.
Por eso, revisa cifras, fechas y nombres y corrige exageraciones y haz las matizaciones que creas oportunas.
8. Evita el “tono de Wikipedia”
si tu objetivo es cercano. Si escribes para ciudadanos, quita la solemnidad excesiva. La IA suele sonar como manual, tú suenas como persona. Pásalo a lenguaje de calle sin perder rigor de forma que sea menos abstracto, más directo y sobre todo más práctico.
9.Léelo en voz alta (truco infalible)
Si al leerlo te suena a discurso robótico, lo es. Cuando un escrito suena bien leído en voz alta, casi siempre suena humano.
10. Muy importante la IA tiene su estilo propio en la utilización de signos de puntuación
Además de todos los símbolos de las redes emoticonos y demás que delatan la I.A. debemos considerar que, en efecto, la escritura para organizar y estructurar el texto de la I.A. es muy distinto del humano, ya que utiliza determinadas puntuaciones en exceso, por ejemplo, sustituyendo comas por guiones, un escrito de IA está plagado de guiones, paréntesis, comillas, dos puntos …etc. también de clasificaciones constantes con numeraciones 1,2,3 … o
. la casa se caracteriza
. la casa ……
.la casa…
Por lo tanto, siempre nos tenemos que hacer esta pregunta:
¿cómo hago para que se note que soy yo, aunque me ayude una herramienta?”
Si tu texto tiene tu experiencia, tu criterio, tus ejemplos, tu ritmo y tus palabras, nadie pensará “esto lo ha hecho una máquina”. Pensarán: “esto lo ha escrito alguien que sabe de qué habla”, que es lo que de verdad importa.
La clave está en entender que la IA es un copiloto, no el autor. Si le pides “escríbeme un artículo” y pegas el resultado, te saldrá un texto perfecto pero genérico. Si tú defines primero qué quieres decir, cómo quieres decirlo y con qué ejemplo, la IA solo te ayuda a ordenar y pulir. Y así, el texto final suena a ti.
Vamos a verlo con un ejemplo real, que es lo que mejor demuestra la diferencia.
Texto humano (tu texto):
“La gente cada vez más acude a las redes y otras fuentes ya que en Europa los medios informativos como consecuencia de las subvenciones tiene una misma línea editorial en las cuestiones que afectan a Europa; si miramos por ejemplo la prensa europea no te explica las dos versiones de la guerra de Ucrania y Rusia informando de las dos fuentes, para que luego el ciudadano piense y decida, no, solo te da una versión partidista, consecuencia de ello la gente tiende a pensar lo contrario por lo que se informa en otros medios "ya que las unanimidades no son propias de las democracias”.
Texto “estilo IA” sobre la misma idea:
“En los últimos años se observa un cambio claro en los hábitos de información de los ciudadanos europeos. Cada vez más personas recurren a redes sociales y medios alternativos porque perciben que gran parte de la prensa tradicional en Europa mantiene líneas editoriales homogéneas, en parte por su dependencia de subvenciones públicas. Esto se nota especialmente en cuestiones geopolíticas sensibles como la guerra entre Ucrania y Rusia, donde muchos medios ofrecen una narrativa dominante sin presentar de forma equilibrada las distintas versiones disponibles. Como consecuencia, una parte de la población siente que no dispone de todas las perspectivas necesarias para formarse un criterio propio y termina buscando fuentes externas para contrastar. Paradójicamente, esta falta de pluralidad puede generar el efecto contrario al deseado: cuanto más uniforme es el discurso oficial, más ciudadanos tienden a desconfiar y a simpatizar con lecturas alternativas del conflicto.”
Comentario comparado (por qué se nota más la IA y cómo se corrige sin “camuflar”):
Primero, tu texto es directo y conversacional.
Dices “si miramos la prensa europea… no te explica las dos versiones…”. Hablas como una persona que se dirige a otra. El texto IA, en cambio, empieza como un informe: “se observa un cambio claro en los hábitos…”. No está mal, pero suena académico y lejano. Para que un texto asistido mantenga tu voz, conviene que el arranque y el tono sean más humanos: “La realidad es que…”, “si comparas medios…”, “lo ves claro en…”.
Segundo, en tu texto hay juicio explícito
“una versión partidista”. Ese tipo de palabra fuerte, cuando es tu postura, aporta personalidad. La IA lo suaviza con fórmulas tipo “narrativa dominante sin equilibrio”. Eso delata estilo máquina porque evita mojarse. Si el texto es tuyo, no tienes que neutralizarlo: tu criterio es parte del valor.
Tercero, tu ritmo es irregular
como el habla real. Saltas de idea en idea con energía. La IA es demasiado simétrica: frases largas con conectores formales (“como consecuencia”, “paradójicamente”). Esa perfección constante es lo que mucha gente identifica como “texto de IA”. La solución no es “ocultarlo”, sino meter ritmo humano: variar longitud de frases, cortar con un “punto” cuando toca, incluir una pregunta retórica.
Cuarto, tú pones un ejemplo concreto inmediato y polémico
(Ucrania–Rusia) para probar tu tesis. La IA lo mantiene, pero lo envuelve en lenguaje de manual. Un texto con alma mete un detalle más visual, tipo: “si lees un diario europeo y luego un canal alternativo, parece que hablen de dos guerras distintas”. Eso no es camuflaje, es experiencia humana.
La conclusión del ejemplo es clara:
lo que hace que un texto suene humano no es que no haya pasado por IA, sino que tenga tu huella. Tu huella es: postura, ejemplo real, lenguaje directo, ritmo propio y palabras tuyas. Si usas IA, úsala para ordenar y pulir, pero luego recupera tu voz con dos o tres toques personales. Así no se nota “la IA” porque lo que se nota es el autor. Y eso, en periodismo, en cartas, en escritos o en cualquier comunicación, es lo que da credibilidad.
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